miércoles, 7 de octubre de 2009

La ciencia española no necesita tijeras

Rompo mi silencio de varios meses para unirme a una iniciativa impulsada desde este blog y que ha desembocado en la creación de esta página web.

Hace algunos días que se hicieron públicos los Presupuestos elaborados por el Gobierno para 2010, presupuestos que ahora deben ser discutidos por el Parlamento. Presupuestos que, tristemente, contemplan una reducción del 15% en el dinero destinado a Investigación.

Concretamente, este 15% se refiere a las operaciones "no financieras", es decir, proyectos de investigación, becas o contratos de investigadores no funcionarios. Desde el Gobierno se pretende maquillar el drástico recorte teniendo en cuenta en los cálculos el incremento en la partidas para "operaciones financieras" (es decir, créditos a empresas y grandes proyectos industriales, de los que poco o nada se benefician la ciencia e investigación de base), con lo que la disminución quedaría "tan sólo" en un 3.1%.

A pesar de operaciones de maquillaje y de declaraciones que juegan al despiste, la sombra del 15% es alargada para un Gobierno que en el programa electoral de las penúltimas elecciones, allá por 2004, decía:

"Para garantizar el cumplimiento de los objetivos señalados, incrementaremos los fondos públicos de investigación y desarrollo, referidos a los gastos no financieros (capítulos 1-7), en un 25% anual."

La negrita (aclaro) es contribución mía (y de justicia es reconocer que en la pasada legislatura, efectivamente, se produjo un incremento notable en la inversión en investigación.) Es verdad, es verdad, que en el programa de 2008 las afirmaciones ya eran más "tibias":

"Para conseguirlo, los socialistas nos comprometemos a [...]:
- Un incremento sustancial de los recursos de la Administración General del Estado en I+D+i, focalizándolos en programas que movilicen al sector privado.
- El fortalecimiento de las instituciones científicas y de los recursos humanos"

y anunciaban ese giro hacia el sector privado, hacia la segunda "i" de I+D+i, que en estos momentos estamos presenciando. Aún así, se prometía "el fortalecimiento de las instituciones científicas y de los recursos humanos". Que le pregunten al personal del CIEMAT (Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas) cómo de fortalecidos se sienten con el recorte del 26% que les han prometido para el año que viene.

Uno, que no es la persona más intransigente del mundo, entiende que la situación económica en 2004, en 2008 y en 2009 no es precisamente la misma, que estamos en crisis y que todos tenemos que apretarnos el cinturón. Pero señores, pasar de un +25% a un -15% no sólo no es un "incremento sustancial", sino que llega a la categoría de tomadura de pelo. Es intolerable.

Sobre todo si tenemos en cuenta la situación de partida, que no es, ni mucho menos, idílica. Recientemente, la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia declaraba: "Vamos a mantener las convocatorias del Plan Nacional y del Programa Ingenio en el mismo nivel que 2009". Es estupendo, ya me quedo mucho más tranquilo. Para el que no lo sepa (y supongo que muchos no lo sabréis, dado que a estas cosas no interesa darles mucha publicidad), el ministerio de la señora Garmendia había anunciado para este año dos convocatorias de becas postdoctorales, una en marzo y otra en otoño. Regalo una piruleta de fresa para el primero que adivine cuántas convocatorias han salido hasta el día de hoy, a la sazón 7 de octubre. En efecto, la respuesta que buscábamos es 0 (C E R O). Curioso, para un Gobierno que en su fantástico programa de 2004 (hay que ver el juego que nos está dando) afirmaba:

"Promoveremos los programas de intercambio universitario y de desarrollo de la investigación, mediante ayudas posdoctorales (risas)"

Lo de las risas también es aportación mía, y es que ya uno tiene que reírse porque si no corre el riesgo de quedarse sin lágrimas.

Comenzaba el post hablando de una iniciativa. Esa iniciativa consiste en que hoy, día 7 de octubre, todo aquel que estuviera en contra del recorte presupuestario anunciado por el Gobierno, escribiese una entrada en su blog (o en un blog creado a tal efecto) manifestando las razones de su oposición a la medida.

Así pues, a ello me dispongo, y con ello acabo. No hablaré de la trascendencia de la investigación, de los beneficios que ha tenido, tiene, y tendrá para la sociedad. No recurriré a lugares comunes. No hablaré de modelos productivos, de competitividad, de países vecinos. No hablaré de la importancia del conocimiento per se. Podríamos hablar de estas y muchas otras cosas, pero, siguiendo la línea desarrollada a lo largo de todo el post, concluiré citando, una vez más el programa electoral del PSOE en 2004, que, en su introducción, rezaba:

"La protección y el fomento de más y mejores empleos, la incorporación de la mujer al trabajo, la atención a los mayores, la preservación del medio ambiente, la convergencia social, la lucha contra la exclusión social, atención debida a la sanidad, la educación, la investigación y la innovación tecnológica son, para el Partido Socialista, políticas prioritarias en la Unión Europea"

A lo largo de este post he citado varias veces el programa electoral de 2004. Hay quien podría argüir que el programa de 2004 se refiere a un periodo electoral ya concluido, y que por tanto, no se puede juzgar al Gobierno en base a lo allí expuesto. Y tendría razón, no se puede.

Lo que si se puede es exigir al señor Zapatero que sea consecuente con el modelo de país que, desde 2004, nos ha intentado vender como suyo. Un modelo en que la investigación es una prioridad máxima, un pilar fundamental, algo que hay que cuidar y potenciar.

Usted nos vendió ese modelo de país. Y algunos le creimos. No nos traicione.

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