
"Tus errores como hijo son mis fracasos como padre" es toda una frase. Desprende tanta condescendencia, alcanza tales cotas de menosprecio, que casi puedo comprender que Cómodo no fuera capaz de soportarla.
Mis errores son míos. Al pretender apropiártelos, privas también de todo valor a mis aciertos. Con ello me niegas, reduces toda mi vida al absurdo.
Si soy un hombre, no me trates como un niño. Si te odio, merezco tu odio. Si en vez de odiarme me tiendes la mano...¿Por quién lo haces? ¿Por mí? Piensa de nuevo.
Si en vez de odiarme me tiendes la mano, yo sólo puedo darte las gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario